sábado, 26 de noviembre de 2011

EN MÉXICO NO TODO ES INDÍGENA, TAMBIÉN ES AFRODESCENDIENTE

En México existe presencia derivada del mestizaje y de suyo el indigenismo, así también de manera innegable existe el denominado pueblo Afrodescendiente distribuido principalmente en el litoral de la costa chica de Guerrero, en la Costa y la Cañada de Oaxaca, la costa de Veracruz, Michoacán, y otros estados de la República Mexicana.


La palabra raíz procede del latín radix, radicis, esto significa causa u origen de algo, en este caso de un pueblo, y es que la raíz de los pueblos Afromexicanos radica en el Continente Negro (Africano), este término posee una connotación trascendental puesto que manifiesta la causa sui de los negros nacidos en nuestro País y su Cosmovisión tan cargada de riqueza cultural.


Cuando en la época de la Colonia son traídos a México los negros y negras como esclavos, se dice que numéricamente se trajo a la mitad de hombres y a la mitad de mujeres negras, esto porque el hombre era más comercializado y mejor pagado, la mujer entraba como regalía, ya en el Nuevo Mundo a la mujer afro se le destinó el papel de empleadas domésticas donde eran sexualmente víctimas de los españoles o ricos hacendados. Los hombres fueron destinados al trabajo pesado debido a la fortaleza física que evidentemente manifestaban y la cual era superior a la de los indígenas.

lunes, 21 de noviembre de 2011

COLECTIVO PINOTEPA Y SOCPINDA EN LA RIOOD

Foto: Isidro Ramírez López 16/11/2011 Brasil

La RIOOD es la Red Iberoamericana de Organismos y Organizaciones contra la Discriminación integrada por miembros de Instituciones de Gobierno y Organizaciones Civiles, mismas que tienen el común acuerdo de generar propuestas que incentiven la creación de una Cultura de No-Discriminación.

Isidro Ramírez López, coordinador del Colectivo Pinotepa y presidente de Socpinda A.C. partició en la Segunda Reunión Extraordinaria de la RIOOD, que tuvo lugar el día 16 de Noviembre de 2011 en el Centro de Convenciones de Salvador de Bahía Brasil, en el marco de la Celebración Iberoamericana del Año Internacional de los Pueblos Afrodescendientes.

Carta de Salvador por la Dignidad, los Derechos y el Desarrollo de las Personas y Comunidades Afrodescendientes

Las mujeres y hombres representantes de las organizaciones sociales, reunidas en Salvador Bahía, el 16 de noviembre de 2011, participantes en el Foro de la Sociedad Civil del Encuentro AFROXXI, en el contexto del Encuentro Iberoamericano del Año Internacional de los y las Afrodescendientes, nos reunimos para reafirmar nuestros compromisos, establecer estrategias y exigir el cumplimiento inmediato de los compromisos asumidos por los Estados hace más de diez años que se encaminan a garantizar una vida digna y con derechos a las más de 180 millones de personas afrodescendientes que vivimos en la región.

Convencidas y convencidos que hemos cumplido con nuestra parte, que hemos aportado lo que nos toca a pesar de nuestras debilidades y obstáculos, presentamos la siguiente Carta de Salvador, por la dignidad, los derechos y el desarrollo de las personas, pueblos y comunidades afrodescendientes, como resultado de las discusiones intercambios que sostuvimos en el Foro.

Es urgente en especial lograr una atención inmediata a la afectación de las-os afrodescendientes por catástrofes medio ambientales asociadas al cambio climático. Así como enfrentar los nuevos peligros ante la propiedad de tierras y territorios ancestrales, manejo de recursos naturales, exclusión en la participación en las decisiones, y exclusión a las mayorías poblacionales de los beneficios económicos de estos sectores estratégicos en el modelo de desarrollo hegemónico y excluyente que genera desigualdades socioraciales inaceptables reconocida por los mismos Estados de la Región en la Conferencia de la CEPAL de 2010.

Exigimos la urgente adopción de estrategias de Desarrollo Humano sustentable hacia las comunidades y pueblos tradicionales valorizando y respetando las identidades culturales, saberes costumbres y valores.

Consideramos que es necesario profundizar los acuerdos relativos a la distribución justa del poder y los recursos de nuestras sociedades, no solo como forma para reparar los daños ocasionados a millones de afrodescendientes, sino que para avanzar en la construcción de democracias sustantivas, participativas y realmente representativas que garanticen derechos a todas las personas sin discriminación alguna.